El tiempo vuela…
…Te lo pases bien o no, que no quiero caer en el übertópico más de lo que lo hago normalmente. Pero es que sin apenas darme cuenta, ya ha pasado más de un mes desde mi último post, algo que a estas alturas ya no debería de sorprender a nadie (y menos a mí).
Y en ese lapso ha habido tiempo para muchas cosas. Como, por ejemplo, para que se emitiera el último episodio de Fringe. Mira que le tenía cariño a esa serie y a sus personajes, pero en sus dos últimas temporadas parecieron empeñarse en cargárselo todo y, si me emocionó ligeramente el final, no fue por su espectacularidad, originalidad o intensidad, sino por la idea de que no volveré a ver a Walter llamando por cualquier nombre menos por el suyo a Astrid, ni a Peter marcándose vaciladas o Olivia poniendo morritos. Descanse en paz la serie y en unos años veremos si soporta un revisionado intensivo.
Aunque en el tema televisivo me ha emocionado más el descubrimiento de Utopia, una serie británica de lo más inquietante, con una fotografía realmente cuidada y resultona, y que de momento promete mucho. Veremos si se gana un post más adelante… Si tenéis curiosidad, aquí podréis saciarla un poco.
También ha dado tiempo de que descubriera una nueva hamburguesería favorita, La Vespa Burger (Torrent de l’Olla, 99 | su web), y declararme fan absoluto de su hamburguesa Milano y del trato de sus camareros. Buena, bonita y barata, y encima sirven a domicilio. Creo que me verán bastante por allí.
Sin dejar el tema gastronómico, no puedo dejar de comentar la visita que hicimos a L’Aliança d’Anglès como regalo de bodas de nuestros amigos Carlos y Katia. Y fue todo un regalazo, porque el menú degustación fue de lo más delicioso. Recuerdo el foie con alcachofa y Grand Marnier o las navajas en caldo de gruyère y vuelvo a salivar como un animal.
Y no podía terminar el post sin hablar de música. Y es que en estos últimos días he podido disfrutar de los nuevos discos de Eels y de Biffy Clyro.
Con Wonderful, Glorious, de Eels,ya iba casi convencido de que me gustaría, y así está siendo. Eels juegan en su liga de canciones pseudo-fáciles y falsamente complicadas, y de letras supuestamente buenrolleras, aunque esta vez sean más optimistas que el nivel al que nos tiene acostumbrados Mr. E. Pero vamos, que es un disco lleno de buenas canciones Eelsianas que gustarán a todos sus fans.
El Opposites de Biffy Clyro me costó al principio. El exceso de medios tiempos y ritmos acaramelados hizo saltar todas mis alarmas, pero tras varias escuchas, reconozco que me han flipado esos toques de sintetizador ochenteros (cuánto daño regresivo ha hecho Drive) y las bonitas melodías que se marcan los escoceses. Les perdonaremos ese giro mojabraguil que han dado.
Y con esto termino, que me toca ir poniéndome el chip viajero, abrigarme y partir en breve hacia Colonia. Nos vemos a la vuelta. O cuando vuelva a ponerme a escribir, lo que ocurra antes.
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