Todos necesitamos una ración de inspiración. Siempre.
O al menos cuando las cosas no salen (o no salen como deberían).
Compartir también es bueno, sobre todo cuando hablamos de enseñar y ayudar a los demás con tus conocimientos. Ya sabéis, lo de pasar la antorcha y esas cosas. Es por todo eso por lo que me encanta la figura de Zack Arias.
Para aquellos de vosotros que aún no sepáis quién es, Zack Arias es un fotógrafo residente en Atlanta y que despuntó hace cosa de 4 años con su curso de fotografía One Light. Ese DVD (más las oportunas y acertadas lecciones del gran Sebas Yepes, además de algunas colaboraciones, charlas y demás con el igualmente grande Lluis Gerard) cambió mi forma de ver la fotografía con iluminación artificial, e hizo que perdiera el miedo que le tenía a todo ese asunto. De hecho, lo (poco) que sé sobre el tema se lo debo a él, y si hay una sección strobist en mi fotolog es por culpa del Sr. Arias (nada que ver con los derribos, eso sí).
Zack es un tío llano e inspirador, de aquellos a los que ves trabajar y te dan ganas de agarrar la cámara y hacer cosas (aunque luego me pueda la vagancia y lo achaque todo a la falta de inspiración…). Cuenta las cosas de forma simplificada y comprensible, enseñando a perderle el miedo al tema de la iluminación y aportando ideas sencillas con los que obtener resultados muy potentes.
No os perdáis su portfolio, porque es de los más envidias me provoca y es una de mis guías a seguir. De hecho, hasta sus errores molan: clicad en la sección WTF del portfolio y entenderéis lo que os digo.
En fin, que para finalizar con este post al más puro estilo groupie lameculil, os dejo con su vídeo Transform, que merece mucho la pena:
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