No hablo de una invitación cualquiera.
Me refiero a la de mi boda con la futura Sra. Desenfocado, la mujer que más me hace reír y que me tiene enamorado perdido. Si había algo que los dos teníamos claro era que queríamos tener algo alejado de la típica invitación de boda, ñoña y apastelada. Además, nos hacía mucha ilusión que nuestra gran amiga Maribel nos ilustrara esa invitación. Su trabajo nos encanta (hace tiempo que tenemos colgadas un par de sus ilustraciones en nuestra casa) y queríamos que aportara su visión y su arte para un evento tan importante para nosotros.
Quedamos una noche para cenar en su casa y poner en común lo qué teníamos pensado y, la verdad, Maribel captó a la primera la idea y el estilo que teníamos en la cabeza, y procedió a plasmarlo perfectamente en el papel.
Sí, somos muy fans y (a veces) fáciles de contentar, pero creemos que hizo un trabajo estupendo.
En definitiva, que es todo un regalazo por su parte. Ya tenemos una cosa más hecha para la boda y algo menos de lo que preocuparnos, que ya va quedando menos para la fecha.
Si aún no conocéis a Maribel ni habéis visto su portfolio, os recomiendo que lo hagáis. Echadle un ojo aquí. A ver si algún editor la descubre de una vez y triunfa tanto como se merece. Yo no me cansaré de seguir promocionándola, porque ella lo vale. Y mucho.
Os dejo con la invitación impresa por ambas caras. Espero que os guste.
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