Ida y Vuelta

Hay encuentros que merecen la pena jugarse a ida y vuelta.

Como una eliminatoria de Champions, con la misma intensidad y emoción pero sin que una de las dos partes pierda. Y eso fue lo que empezamos el fin de semana pasado con nuestra visita a París, la ciudad de la luz y todos los tópicos que se te puedan ocurrir. Pero por tópica que sea, sigue fascinándome por la cantidad de cosas que se pueden hacer y ver (si la nieve y el frío te lo permiten, claro).

¿Lo mejor? Reencontrarnos con Sebas y Camille, que ya encontraron su nidito de amor en la capital francesa y nos dejaron huérfanos de su compañía, su savoir faire y su sabiduría fotográfica. Paseamos, vimos un par de expos buenísimas (no sé si me gustó más esta de Cartier-Bresson y Paul Strand sobre México o esta de Véronique Vial con desnudos de actrices), paseamos por la ciudad, nos cascamos un buen pot-au-feu, cómo no, en Le Roi du Pot-au-feu, un clásico parisino.

Y el domingo, encuentro con nuestra cuñada Sabine, visita al Gran Palais y disfrute de la nieve que cubría París… hasta que los pies y el frío nos obligaron a plegar velas e iniciar la operación regreso a casa.

Resultado: un fin de semana bien aprovechado y bonito.

¿Y la vuelta de la eliminatoria? Pues tuvo lugar ayer, con la presencia de Sebas y Camille en un Velcro menos concurrido que de costumbre, pero igual de cálido que siempre. (Y más teniendo en cuenta el frío que hacía fuera.)

Charlas sobre fotografía, sobre Colombia, sobre cañerías congeladas y posibles citas strobistas en París… Vamos, otra tarde aprovechada, y un placer el reencontrarnos con una pareja tan maja.

Si no conocéis el trabajo de Sebas, ya estáis tardando en verlo aquí. Él fue quien me picó con el tema strobist y aún no he alcanzado su nivel. Pero todo se andará.