Cómo cuesta volver a currar tras las vacaciones, sobre todo cuando has llegado la noche anterior y arrastrando aún los restos de un buen catarrazo.
Vamos, que el viaje ha sido cojonudo y lleno de experiencias que han abarcado desde lo interesante a lo insufrible, pero sentarme toda la mañana frente al ordenador para ponerme al día en cuanto a obligaciones laborales, está siendo una tarea titánica para la que no me veo excesivamente preparado.
Ahora sólo deseo que llegue la hora de salir para poder ir a casa y revisar las (pocas) fotos que he hecho en este viaje, para ver si además de las experiencias me he llevado alguna foto decente de ese país tan curioso y extremo como es la India.
En breve, los resultados. Ahora, a trabajar y a seguir disfrutando de la ciudad vacía…
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