Lo que tiene el disfrutar es que el tiempo pasa volando. No te das ni cuenta y ya han pasado siete años desde aquella noche. Y desde aquella mañana. Y desde aquellos desayunos con besos y cerezas. Y desde este post.
Y sé que corro el riesgo de volver a sonar ñoño y divinitero, pero me importa poco, porque sé que estoy compartiendo mi vida con una de las personas más fabulosas, cariñosas, detallistas y fuertes que conozco. Porque Anna, la Sra. Desenfocado es alguien a quien querer y admirar a partes iguales.
Y es que, ¿quién podrÃa resistirse a una sonrisa como esta?
Asà que esta noche brindaré por estos siete años de sonrisas (muchas), lágrimas (pocas) y mucho equipo, y por algo tan trillado como lo de «lo mejor está por llegar». Porque seguro que asà será.
Va per tu, amore.
Y ahora, circulad, que no hay nada que ver.
Escribe un comentario