Cosas de Famiglia

Lo bueno de encarar una obra sin saber apenas nada de ella es que no vas ni con prejuicios ni con expectativas, ni altas ni bajas, con lo que el disfrute puede crecer exponencialmente, la decepción será inexistente y la recompensa, enorme (aunque siempre haya excepciones a esa regla).

Con esos ánimos me puse a leer Come prima, una novela gráfica de Alfred editada por Salamandra Graphic.

Dos hombres y un 600.
Dos hombres y un 600.

Es un cómic a lo road movie, tranquilo y reposado, aunque con algunos momentos de «acción». Una historia de reencuentros, de pasado turbulento, de heridas familiares, de aceptación y de maduración forzosa. De encarar los fantasmas del pasado para tener alguna clase de futuro. Y todo eso está hecho con un tempo lento y pausado, sin prisas por llegar a su conclusión.

El dibujo de Alfred es realmente agradable, y su forma de narrar confiere cierta paz y sosiego a todo el conjunto. Capítulo aparte lo merecen los flashbacks que salpican la obra, cuyo estilo de dibujo empieza con manchas de color casi informes e imágenes inconexas que, a medida que avanza la trama y vamos conociendo un poco más lo que hay detrás, se irán definiendo progresivamente y aportando cada vez más información, sin perder esa cualidad tritonal y onírica.

Lo de que ganara el premio a la mejor obra en el festival de Angoulême de este mismo año no sé si os dará más ganas de leerlo o se simplemente os la traerá floja, pero ahí queda ese detalle.

En resumen, estamos ante un cómic agradecido de leer y que posiblemente no os cambie la vida, pero a mí me alegró, me entretuvo y hasta me emocionó ligeramente en una aburrida tarde de finales de verano.

Si queréis más información sobre el cómic, pinchad aquí.

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