Tras la Burbuja Salonera

Desde hace nueve años, los cuatro días del Salón del Cómic se convierten en una burbuja granhermanera que te aísla de todo y a la vez magnifica las cosas, tanto el buen rollo como los agobios.

Sólo ves colas, gente disfrazada, portadas de cómics, anotaciones en la libreta, anuncios en bucle y las mismas caras una y otra vez. Y todo eso desde la jaula abierta que es el stand de la editorial.

El stan de ECC, antes del caos...
El stand de ECC, antes del caos…

Podría sonar a repetitivo, pues lo es y he hablado muchas veces de ello en este blog. Pero es una repetición que a veces viene bien. Sobre todo cuando eso significa volver a ver al gran Brian Azzarello y Marcelo Frusin, conocer en persona a Eduardo Risso, Mike Carey y Pia Guerra, o disfrutar de toda la Armada Española que nos ha acompañado en el stand. Ah, las dulces rutinas.

Y también es agradable ver que la gente que ha acudido al stand lo ha hecho con una sonrisa al llevarse una firma, un dibujo o pudiendo saludar a sus ídolos, además de dejarnos comentarios agradables que hacen que encaremos los meses siguientes con muchas más ganas y con las pilas cargadas pese al cansancio. Se agradece, y mucho.

Ahora tocará volver a asumir la rutina diaria. Imagino que costará. Como cada año. Y, como los toreros, toca cortar la pulserita de acreditación para dar por terminado el Salón de 2014.

Va por ustedes...
Va por ustedes…

 

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