100% Colombian

Empiezas a escribir un texto mientras intentas superar el jet lag de un viaje de casi 24 horas y lo acabas con un ligero encabronamiento por el fútbol. Así es la vida a veces.

Pero vamos, lo que quería transmitir tras volver de unos días en Colombia era lo siguiente: Que la clave para saber si un viaje ha servido para desconectar está al llegar a casa con las maletas aún en la mano. Si al entrar todo te parece en su sitio pero tienes la sensación de que las escalas han cambiado y todo parece diferente, es que has logrado desconectar mucho.

Y esa es exactamente la sensación que tuve el martes al volver a casa: una mezcla de dolor de cabeza, sueño y globazo producto del jet lag y el maldormir en un vuelo de Iberia altamente mejorable. Casi tan mejorable como el juego que despliega el Barça últimamente (y especialmente ayer), pero eso daría para otro post…

La cuestión es que todo eso ha quedado compensado (y de largo) por los grandes días que hemos pasado en Medellín para celebrar la boda de David y María Carlota.

Los geniales y sonrientes novios.

Fuimos bien recibidos, comimos bien, vestimos esmoquin, celebramos la boda por todo lo alto, nos partimos de risa y pasamos grandes momentos. Vamos, que el saldo fue muy positivo, como lo tendría que ser en todas las bodas de gente a la que quieres tanto como a esta pareja catalono-colombiana.

Ahora quedará el partido de vuelta en casa el día 31, pero algunos ya seremos del equipo de colombianos de adopción, ¿verdad?

Si veis a la parejita, felicitadla, que son de lo más majo que hay por el mundo.

 

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